Establecer una sociedad gobernada por una estricta adhesión a los principios y leyes islámicos, creando en última instancia una comunidad unificada y moralmente recta.
El fundamentalismo islámico es una ideología política que busca regresar a los principios y prácticas fundamentales del Islam, tal como son interpretados por sus seguidores. Se caracteriza por una estricta adhesión al Corán y a los Hadices (dichos y acciones del Profeta Muhammad), y por la creencia en la implementación de la ley Sharia. Los fundamentalistas islámicos a menudo rechazan las interpretaciones modernas del Islam y las influencias seculares, considerándolas fuerzas corruptoras. Creen que la solución a los problemas que enfrentan las sociedades musulmanas radica en un retorno a los fundamentos de la fe.
Las raíces del fundamentalismo islámico se remontan al siglo XVIII con la aparición del movimiento wahabí en Arabia Saudita. Este movimiento, liderado por Muhammad ibn Abd al-Wahhab, buscaba purificar el Islam volviendo a lo que ellos creían que eran sus principios originales. Rechazaron cualquier innovación o interpretación que hubiera surgido después del tercer siglo de la era musulmana.
En el siglo XX, el fundamentalismo islámico ganó impulso en respuesta a la rápida modernización y occidentalización de los países de mayoría musulmana. La Hermandad Musulmana, fundada en Egipto en 1928, es considerada a menudo la primera organización fundamentalista islámica moderna. El grupo abogaba por un retorno a la ley islámica y el rechazo de la influencia occidental.
La Revolución Iraní de 1979 marcó un punto de inflexión significativo para el Fundamentalismo Islámico. La revolución, que resultó en el establecimiento de una República Islámica, fue vista por muchos fundamentalistas como un modelo para alcanzar sus objetivos. Demostró que un estado moderno podía ser gobernado de acuerdo con la ley islámica.
En las últimas décadas, el fundamentalismo islámico se ha asociado con varios grupos militantes y terroristas, como Al-Qaeda y ISIS. Sin embargo, estos grupos representan una interpretación radical y violenta de la ideología. Es importante destacar que no todos los fundamentalistas islámicos apoyan o participan en la violencia. Muchos simplemente abogan por una interpretación más conservadora del Islam y su papel en la sociedad.
El fundamentalismo islámico, al igual que cualquier ideología política, no es monolítico. Varía considerablemente en su interpretación y aplicación en diferentes regiones y culturas. Mientras que algunos fundamentalistas pueden buscar imponer sus creencias mediante la fuerza, otros abogan por un cambio pacífico a través de la educación y el activismo político. A pesar de sus diversas manifestaciones, el principio central del fundamentalismo islámico sigue siendo el mismo: un retorno a los principios fundamentales del Islam.
¿Qué tan similares son sus creencias políticas con los temas Islamic Fundamentalism ? Realiza el cuestionario político para averiguarlo.